Lecciones que nos deja el Niño 2023

El año 2023 va a quedar en la memoria colectiva como aquel en que el clima se volvió loco: megaincendios forestales, lluvias torrenciales e inundaciones, temperaturas récord tanto en el verano boreal como en el invierno austral, fueron sus manifestaciones más llamativas.
Una Corriente del Niño excepcionalmente cálida parece haber sido una de las causas directas de esta locura climática, lo que, de ser cierto, augura una serie de problemas para los meses venideros, ya que este fenómeno debería culminar en la primera mitad de 2024. También el cambio climático ha hecho una contribución importante.
No podemos decir que esta sea una “nueva normalidad climática”, pero sí podría ser un buen anticipo de lo que podría ocurrir, si no hay una reacción rápida y eficaz para contener el calentamiento global.
Para Chile, la lección parece muy clara: hay que tomar en serio los desafíos que plantea la adaptación a la nueva realidad a la que estamos transitando, incluso si se cumplen las metas de reducción de emisiones de los Acuerdos de París. Sabemos que con los niveles de gases con efecto invernadero que se han acumulado en la atmósfera ya tenemos casi aseguradas mayores temperaturas promedio y, lo que es más peligroso, la proliferación de eventos climáticos extremos. (...)
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