Estudian una de las galaxias más misteriosas del Universo

La investigación, publicada en la última edición de la revista Astrophysical Journal Letters, confirma la ausencia de gas molecular hasta un límite veinte veces más bajo que el observado anteriormente, en el año 2000. Las actuales evidencias indican que todas las galaxias espirales forman estrellas, y por lo tanto poseen nubes densas de gas molecular frío (moléculas de hidrógeno) donde las estrellas se están formando. Si bien el hidrógeno molecular no emite radiaciones, sí lo hacen otras moléculas, como el monóxido de carbono. Es esta última molécula, y otras moléculas trazadoras del hidrógeno molecular, las que aún no se detectan en la galaxia Malin 1.
“Sorprendentemente, aunque sabemos que Malin 1 tiene estrellas jóvenes, hasta la fecha no se ha detectado la emisión de gas molecular por medio de trazadores tales como el monóxido de carbono (CO), que se usa típicamente para identificar la distribución de gas molecular en las galaxias”, explica Gaspar Galaz, astrónomo del Instituto de Astrofísica UC e investigador del Centro de Astrofìsica CATA quien lleva años estudiando la galaxia Malin 1.
Ubicada a más de mil millones de años luz de la Vía Láctea, Malin 1 es casi siete veces más grande que la galaxia que nos cobija con un diámetro de unos 650 mil años luz. Malin 1 fue descubierta en 1986 por un equipo de reconocidos astrónomos de esa época, entre ellos el astrónomo David Malin, y de ahí su nombre. Es la primera de un tipo de galaxias que ha sido llamada “galaxia espiral gigante de bajo brillo superficial”. “No son muy comunes y a la fecha se desconoce cuántas como ellas existen. Sin embargo, las simulaciones computacionales nos indican que debería haber muchas más, y debiéramos en un futuro detectar varias cientas más de ellas”, indica Galaz, quien es también doctor en Astrofísica de la Universidad de París. (...)
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